Antes de la Gran Depresión muchos economistas consideraban al desempleo como un problema pasajero y de menor importancia asociado con las fluctuaciones normales de la economía. No obstante, la persistente depresión de los años 30 quebró su confianza. La Gran Depresión golpeó a la economía americana de forma rápida e inesperada. A comienzos de 1929 ésta operaba con pleno empleo; su tasa de desempleo apenas bordeaba el 3.2%. En octubre de 1929, la bolsa de valores colapsó, y con ello el valor de las acciones corporativas se hundió en 2/3 del valor que había prevalecido el año anterior. Gran parte del mundo sucumbió y se estancó en un equilibrio macroeconómico donde el nivel de PNB real estaba muy por debajo del PNB real potencial. En la peor etapa de la Gran Depresión, en Estados Unidos, uno de cada cuatro obreros se encontraba desempleado. Frente a esta situación la teoría clásica acerca de las fluctuaciones agregadas fue obviamente puesta en duda y surgieron nuevas teorías acerca del equilibrio macroeconómico y el desempleo. El mayor aporte fue el del economista británico John Maynard Keynes quien resaltó que podían existir razones para creer que una economía podría estancarse en un equilibrio donde el nivel de producto estuviera muy por debajo de su nivel de pleno empleo. Keynes no sólo apoyó la existencia de equilibrio en una economía de mercado con desempleo masivo sino que, además, argumentó que una economía en equilibrio con pleno empleo sería altamente inestable y propensa a caer de nuevo en una depresión.
Entre fines de 1929 y 1933 donde hubo un descenso de 21% en los salarios nominales sin que ello fuera suficiente para trasladar la curva de oferta agregada y restaurar el pleno empleo.
El modelo keynesiano del equilibrio macroeconómico asume que, dada la existencia de salarios nominales rígidos el mecanismo de autocorrección de la economía no será capaz de restaurar automáticamente el pleno empleo en el caso de que la demanda agregada decline. Por lo tanto el origen del desempleo sería una demanda agregada insuficiente, es decir, poco gasto en bienes y servicios. Es por ello que sería necesario tomar medidas correctivas para restaurar el nivel de demanda agregada que asegura el pleno empleo y con ello evitar la caída en el nivel de ingreso real y las oportunidades de empleo. La responsabilidad de dicha tarea recaería, según Keynes, en el gobierno quien no sólo tendría la capacidad, sino además la responsabilidad de controlar la demanda agregada, aumentado el gasto fiscal cada vez que fuese necesario para mantener una prosperidad continuada.
El Sistema de Gasto propuesto por Keynes hace especial énfasis en el Gasto Agregado y no la Demanda Agregada, que es el término que hemos venido utilizando. Cabe aclarar, entonces, que la diferenciación entre ‘Demanda Agregada’ y ‘Gasto Agregado’ radica en que la demanda agregada se refiere a los bienes y servicios demandados y su relación con el nivel de precios, mientras que lo segundo se refiere más bien a los bienes y servicios demandados y su relación con el ingreso. Esta especial orientación hacia el gasto agregado responde a la inquietud de Keynes de conocer también la forma en que la gente tomaba sus decisiones de gasto y cómo estas podían estar influenciadas por el ingreso. Por otro lado, el hecho de centrarse en el ingreso y no en los precios para la determinación del equilibrio, tiene una fuerte implicancia en el sentido de que el análisis keynesiano asume un nivel general de precios fijo. Sin embargo, este modelo también permite apreciar los efectos en el nivel de precios a través del análisis del equilibrio entre la demanda agregada y la oferta agregada keynesiana.
Gasto agregado
Keynes propuso el enfoque del sistema de gasto, según el cual la demanda agregada está compuesta por cuatro componentes que son a la vez elementos del producto nacional:
1. Los gastos del consumo privado
2. la demanda de inversión
3. el gasto del estado
4. las exportaciones netas
El componente más significativo de la demanda agregada es sin duda el consumo; sin embargo, tanto la inversión como el gasto del gobierno juegan un papel importante. Según Keynes, la inversión es la causante de las fluctuaciones en la economía y el gasto del gobierno en bienes y servicios es el posible remedio para compensar estas fluctuaciones.
La demanda de consumo es la demanda agregada de los hogares en bienes y servicios destinados al consumo presente de bienes perecederos. El consumo de las personas está determinado por varios factores entre los cuales el de mayor importancia es el ingreso disponible (el ingreso que reciben los hogares al proporcionar factores de producción luego de que se han sustraído los impuestos). Cuanto mayor sea la renta disponible mayor será el consumo. Por otro lado, la función de consumo está compuesta por un factor autónomo que depende, por ejemplo, de la riqueza acumulada y del ingreso futuro esperado. El otro componente de la ecuación, el consumo inducido, depende en gran manera de la propensión marginal a consumir del agente, que no es otra cosa que la parte que se destina al consumo cuando aumenta en una unidad el ingreso. La propensión marginal a consumir (PMgC) está determinada por factores como la edad del agente y las preferencias entre consumo presente y futuro, entre otros. Podemos representar la función de consumo como:
C = Co + b Y –T
Donde:
C = Consumo
Co = Consumo autónomo o de subsistencia
b = PMgC
Y = Ingreso
T = Impuestos
(Y - T) = Ingreso disponible
b (Y - T) = Consumo Inducido
Por otro lado:
Esto significa, además que la PMgC es igual a la pendiente de la función de consumo. Podemos añadir que existe la propensión promedio a consumir, representada por:
Keynes propuso el enfoque del sistema de gasto, según el cual la demanda agregada está compuesta por cuatro componentes que son a la vez elementos del producto nacional:
- El ahorro:
De la misma manera, la función de ahorro está relacionada, de forma implícita, con el ingreso puesto que el ahorro nos es otra cosa que lo que queda luego de restar el consumo de la renta disponible. Incluye depósitos a plazos, acciones, bonos y otros activos. Es necesario mencionar que es factible obtener una función de ahorro negativa puesto que las personas pueden incurrir en préstamos o utilizar activos acumulados en el pasado para incrementar su consumo más allá de los límites impuestos por su ingreso disponible. Así mismo, existe una propensión marginal a ahorrar (PMgA) que representa la porción del ingreso destinado al ahorro cuando la renta se incrementa en una unidad. Por lo tanto, la función del ahorro vendrá dada
por:
S = So + a(Y -T)
S = Ahorro
So = Ahorro Autónomo
a = PMgA
Además se sabe que:
- La inversión:
El stock de capital es el valor total de los bienes de capital (planta, equipo, vivienda y existencias) localizados en una economía en un momento dado. Por otro lado, el nivel de inversión se define como el gasto de las empresas en nuevos bienes de capital para incrementar el stock de capital dado o bien para reemplazar el equipo que se ha depreciado. Los bienes de capital tienen como característica básica ser durables y proveer un servicio por un periodo de varios años. La inversión en la economía está determinada por la tasa de retorno de los proyectos y ésta a su vez está influenciada por factores tales como la tasa de interés (r), las expectativas de beneficio y el capital existente (k).
La tasa de interés en un costo de oportunidad con respecto a la inversión, por tanto tiene una relación inversa, mientras que las expectativas de beneficio presentan una relación positiva.
Cuanto mayor piense que va a ser la situación futura mayores serán mis beneficios por lo que invertiré más. Por otro lado, cuando el nivel de capital existente es elevado, también lo será el nivel de depreciación. Si se desea mantener el nivel neto (real) de capital, se debe invertir para cubrir los costos de depreciación. Otro punto importante es el grado de utilización del capital existente. Cuanto mayor sea la tasa de capital utilizado efectivamente más se invertirá. La función de inversión viene dada por: nivel de depreciación. Si se desea mantener el nivel neto (real) de capital, se debe invertir para cubrir los costos de depreciación. Otro punto importante es el grado de utilización del capital existente. Cuanto mayor sea la tasa de capital utilizado efectivamente más se invertirá. La función de inversión viene dada por:
I = Inversión
Io = Inversión autónoma
r = Tasa de interés
g = Sensibilidad de la inversión con respecto a la tasa de interés
- El gasto del gobierno:
El gasto del gobierno en bienes y servicios se considera, en este modelo, como un factor autónomo que está totalmente desvinculado del nivel de ingreso de la economía, dado que depende de la política fiscal del gobierno:
Esto determina que se represente gráficamente, al igual que la inversión, como una línea horizontal. Asumimos el gasto del gobierno como una variable exógena principalmente por dos razones. La primera es que es muy difícil establecer una regla confiable acerca del proceder del gobierno. Éste no sigue una simple ecuación de comportamiento como lo hacen los consumidores. La segunda razón y la más importante es que una de las tareas más importantes de los macroeconomistas es aconsejar al gobierno acerca de las decisiones a tomar en cuanto a impuestos y gasto. En consecuencia, sería irrelevante un modelo en el cual se asume de antemano el sendero que tomará la política fiscal. Sin embargo, es necesario añadir que bajo el supuesto de un presupuesto fiscal equilibrado, el gasto del gobierno (G) tendría que ser igual a los impuestos recaudados (T) y si estos impuestos son una parte proporcional del ingreso (tY), entonces tendríamos que:
G=tY donde la función de gasto del gobierno estará determinada por el nivel de ingreso de la economía y sería una recta con pendiente igual a t.
- Las exportaciones netas:
Las exportaciones netas están definidas como la exportación de bienes y servicios de un país frente a sus importaciones:
X - M = Export. netas
Hay dos maneras de formular la función de exportaciones netas. La primera y más simple está compuesta únicamente por factores autónomos:
La segunda, un poco más complicada, asume que las importaciones dependen del nivel de ingreso del país y se representa por:
Donde: Xo = Exportaciones autónomas m = Propensión marginal a importar Y=Ingreso. Sin embargo, algunos críticos argumentan que existe también una relación entre el ingreso y las exportaciones. Afirman que cuando aumenta el ingreso disminuyen las exportaciones, ya que los habitantes del país, dado su mayor nivel de ingreso, compran una parte de la producción que estaba destinada a la exportación.
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